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Foto del escritorLiz Montejano Fluchaire

Socializar como reto laboral adicional

Actualizado: 27 feb

Dentro del espectro autista los déficits de comunicación, socialización y de comunicación son el núcleo en común, aunque la forma en que se exprese provoque una gama diversa de necesidades de apoyo. Pero a veces sucede que cuando la capacidad intelectual y del habla no están comprometidas en una persona autista, las necesidades de apoyo de tipo psicosocial no se identifican con facilidad ya que la diferencia o déficit no es palpable (motivo por el cual al autismo se le nombra como una discapacidad oculta o invisible).


Muchas personas autistas con manifestaciones sutiles (nivel 1 del TEA), pueden pasar desapercibidos para los demás durante conversaciones breves e informales [3]; sin embargo, ante contextos abrumadores, no tienen los recursos para adaptarse al desafío social o bien lo hacen sacrificando su salud física o mental. Por esa razón, un alto número de autistas adultos autistas considera que el desempleo o inestabilidad laboral que enfrentan constantemente se debe a las demandas sociales del entorno laboral, más que al trabajo en sí [4].



Si bien es cierto que hay indicadores que mencionan tasas de desempleo de hasta el 80%, cuando se trata de personas en el nivel 1 del espectro autista la cifra ronda el 38% [1]; aun así, la tasa de desempleo es 7 veces más alta que en la población promedio. El alto grado de inestabilidad laboral provoca una dependencia económica de los padres o de la pareja, o bien conduce a situaciones de alta vulnerabilidad cuando no existe una red familiar y asistencial.


Del porcentaje de autistas que logran obtener un empleo, la mayoría presentan algún grado de desequilibrio laboral por que el esfuerzo desproporcionado (demandas y obligaciones) en relación al beneficio percibido como el dinero, la estima o el estatus. Este fenómeno se produce porque las personas autistas además de desempeñarse en su trabajo como cualquier otra persona de la población general, dedican un esfuerzo significativo a tratar de comprender y encajar en el entorno social de sus trabajos (alto esfuerzo), y su trabajo a menudo tiene una recompensa baja (es decir, a tiempo parcial, con salarios bajos y de nivel inicial) [1]; por eso socializar es un reto laboral añadido para las personas autistas. La consecuencia por falta de reciprocidad entre el alto esfuerzo y la baja recompensa contribuye a un estado de angustia emocional sostenida, que a su vez se cree que activa el sistema nervioso autónomo y contribuye a efectos adversos para la salud física y psicológica [5,6].  


El desequilibrio laboral que enfrentan los autistas surge de la combinación de numerosos factores que coincide con la población no autista como la baja remuneración. Pero hay otros factores, como la sobre calificación, que se presenta de forma reiterativa y por ello es común hallar autistas formados con un nivel educativo muy por encima de su puesto de trabajo. Sin embargo, la dificultad para adaptarse a las demandas cambiantes del entorno y la comunicación deficiente son los principales obstáculos particulares del colectivo autista. Incluso el aspecto social puede percibirse tan desafiante que puede convertirse en el impedimento central para que un autista perciba el ambiente de trabajo como el único obstáculo a vencer.


“los trabajos generalmente son 80% sociales (conversación, almuerzo, descansos, charla) y 20% trabajo” [4]

 

Saludo de manos en edificio en construcción


El cúmulo de factores adversos hace que muchos autistas opten por el autoempleo, empleos parciales y remotos a fin de evitar la interacción social. Aunque para casos más desafortunados, el reto social es tan inmanejable, que pese al enorme deseo de tener un trabajo es el desempleo la situación preponderante. En conjunto, es lamentable la gran cantidad de talento desperdiciado en el tejido empresarial ya que la mente autista tiene una forma de procesamiento detallada, amplias memorias a largo plazo, comodidad con reglas y pautas y afinidad por analizar patrones complejos [2].

 

Apoyar a las personas autistas en realizar ajustes razonables desde la entrevista de trabajo hasta adecuaciones ambientales mínimas pueden ofrecen beneficios sustanciales al autista y le permite ofrecer un rendimiento en ocasiones por encima de los resultados promedio.



REFERENCIAS


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