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Foto del escritorLiz Montejano Fluchaire

¿Mi paciente podría ser autista?

Actualizado: 31 jul

Tradicionalmente el autismo se asocia con problemas para hablar, la discapacidad intelectual, intereses fijos y movimientos repetitivos. No obstante, las características centrales del autismo abarcan la comunicación e interacción social, así como la forma de pensamiento y comportamiento dentro de una gama muy variada de manifestaciones e intensidades que componen el espectro autista. Esto aplica para personas autistas de cualquier edad ya que el Trastorno del Espectro Autista es una condición del neurodesarrollo que acompaña a la persona a lo largo de su vida; así que, independientemente de la capacidad de la persona para adaptarse, las características neurobiológicas particulares del autismo son permanentes (leer más en “¿Hay autistas adultos?”).

 

Es común que la falta de apoyo y desarrollo de estrategias individualizadas para hacer frente a los desafíos de la vida diaria, pueden provocar un deterioro significativo en áreas personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas importantes del funcionamiento[1]. Por su puesto, esto se ve exacerbado cuando se carece de un diagnóstico correcto y el autismo queda oculto detrás de otros trastornos, a veces como una comorbilidad y otras veces a causa de diagnósticos erróneos. La posibilidad de que esto ocurra se considera alta, un estudio efectuado en 2022 determinó que los autistas tienen el triple de posibilidades de padecer una condición psiquiátrica en relación a personas sin autismo; y dichas posibilidades se incrementan cuando el diagnóstico de TEA es recibido hasta la edad adulta [2].


Triple riesgo de padecer un trastorno psiquiátrico

Simplemente en lo que respecta a depresión, aproximadamente la mitad de las personas con TEA con lenguaje e intelecto conservados recibieron un diagnóstico de TEA después de que se les diagnosticara depresión por primera vez [3]. Por eso, el desafío clínico más importante en la evaluación de adultos con sospecha de condiciones del espectro autista es delinear las diferencias diagnósticas diferenciales, comorbilidades verdaderas y diagnósticos que se deben, al menos en parte, a características conductuales superpuestas. [4]

 

La mayor incidencia de problemas psiquiátricos en personas con TEA sugiere que el TEA podría estar sobrerrepresentado en la atención psiquiátrica [5]. Cuando se trata de estudios de pacientes hospitalizados la cifra es del 10% [6] pero cuando se trata de pacientes ambulatorios es de al menos el 18% y posiblemente hasta el 35% según el equipo de investigación de Nyrenius [5]. Esto quiere decir que, al menos uno de cada 5 pacientes que acuden a consulta psiquiátrica tienen posibilidad de recibir un diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista. 


1 de cada 5 pacientes psiquiátricos puede ser autista
1 de cada 5 pacientes psiquiátricos puede ser autista

Esta compleja y delicada situación demanda profesionales de la salud particularmente meticulosos en las conclusiones diagnósticas, ya que el diagnóstico erróneo o el eclipsamiento diagnóstico del autismo puede conducir al desarrollo de trastornos antes no presentados, debido a que la intervención está basada en una forma de procesamiento cognitivo alejada de la realidad del paciente. Así que, ante la sospecha de un posible caso de autismo es preferible referir a un profesional especializado o iniciar una evaluación que conlleve a un plan de tratamiento altamente individualizado.



 
Ideas para detectar

IDEAS PARA DETECTAR

De acuerdo a la Mental Health Academy[1], un paciente puede tener autismo no diagnosticado si:

·         Le resulta difícil iniciar conversaciones o presenta dificultades con la conversación de ida y vuelta.

·         Habla en monólogos y/o su tono de voz es inusual.

·         Tiene problemas para compartir sus pensamientos y sentimientos. O también le resulta difícil comprender cómo piensan o sienten las personas

·         Utiliza pocos gestos o expresiones faciales, o bien no coinciden con lo que se dice.

·         Muestra un lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado durante las interacciones.

·         Hace poco o inconsistente contacto visual.

·         Parece distante, indiferente, inusual o indiferente.

·         No entiende el sarcasmo, la ironía, las metáforas o los chistes de doble sentido.

·         No adapta su comportamiento según el contexto social.

·         Dice cosas que otros podrían considerar falto de tacto, sin filtro o un tabú social; y por ello señalado de grosero o directo.

·         Prefiere estar solo, está socialmente aislado o reporta rechazo social reiterado.

·         Le resulta difícil hacer y conservar amigos o parejas íntimas. A veces demanda una lealtad extrema o genera un intenso apego con personas específicas.

·         Ha experimentado acoso escolar, abuso emocional, físico o sexual.

·         Es fácilmente manipulables debido a la ingenuidad social.

·         Son demasiado controladores en las relaciones interpersonales.

·         Encuentra agotadoras las interacciones sociales y tiene problemas para concentrarse en entornos grupales. Presenta ansiedad o molestia por situaciones y eventos sociales desconocidos.

·         Le resulta más fácil y cómodo pasar el tiempo con personas neurodivergentes.

·         Tiene sentimientos desde la infancia por ser diferente o raro.

·         Tiene baja autoestima.

·         Tiene comportamientos de autoestimulación ('stimming'), ante excitación o estrés.

·         Reproduce la misma música, juego o vídeo, o lee el mismo libro repetidamente.

·         Tiene un apego intenso a objetos particulares.

·         Es inflexible en su pensamiento y suele tener resistencia al cambio y las transiciones.

·         Tiene anomalías en la atención, como hiperconcentración y dificultad para cambiar de tarea.

·         Sigue rutinas rígidamente. Se angustia por cambios triviales en su entorno o cuando las cosas no salen según lo planeado.

·         Puede ser muy respetuoso de las reglas y desarrollar un alto sentido de la justicia.

·         Tiene una tendencia persistente por uno o más intereses especiales y habla extensamente de ello sin una interacción social apropiada.

·         Evita ambientes sobreestimlulantes a nivel sensorial (ruidosos o muy luminosos).

·         Es particularmente sensibles o insensibles a la temperatura, al dolor, a las texturas y a los alimentos. Puede presentar restricciones alimentarias excesivas.

·         Tiene dificultades con el contacto físico.

·         Presenta un historial con dificultades para obtener o mantener un empleo o educación.

·         Encuentra desafiante la organización y planificación de actividades; y ciertas actividades de la vida diaria le resultan muy desafiantes.

·         Tiene problemas para regularse a nivel emocional, por lo tanto, experimenta crisis explosivas (meltdown) o bloque emocional (shutdown).

·         Ha tenido contacto con servicios para personas con problemas de aprendizaje.

·         Tiene trastornos médicos concurrentes, como epilepsia, trastornos del sueño, gastrointestinales, metabólicos, tics e inmunológicos.

·         Tiene un desarrollo motor atípico, por ejemplo, dispraxia, disgrafía o mala coordinación.


REFERENCIAS


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