Hay una idea generalizada, y equivocada, de que el autismo se presenta en niños; de tal suerte que la mayoría de las herramientas diagnósticas y formas de intervención están vinculadas con esa etapa de vida. Pero si el autismo es una condición permanente, habrán con toda certeza adultos autistas (leer más en ¿Hay adultos autistas?).
Debido a que el reconocimiento del TEA data del siglo pasado, y solo apenas desde los años 80 comenzó lentamente a ampliarse la visión sobre la heterogeneidad de personas autistas; las personas que hoy son adultas y ancianas no fueron detectadas en una etapa temprana. Y si bien, estas personas en apariencia se han desarrollado en la vida y no parecen tener un impedimento significado, la realidad es que su camino se ha transitado con significativa dificultad.
Cuanto más tarde se obtenga un diagnóstico, mayores posibilidades de desarrollar una comorbilidad y recibir en consecuencia un diagnóstico erróneo (leer más en "eclipasamiento diagnóstico"). Esto afecta en mayor medida a las mujeres, quienes tienden a camuflar su personalidad real con el fin de adaptarse y encajar.
Muchos adultos autistas sin diagnóstico experimentan una vida de frustraciones, invalidaciones, enmascaramiento, estigma e incluso una dificultad para comprenderse. El resultado: reducción en la calidad de vida, especialmente en la salud mental; por eso el diagnóstico tardío cobra un valor relevante para una persona autista sin importar la edad en que este llegue.
A continuación se presenta la transcripción de una carta al Dr. Ernesto Reaño en el 2014, enviada por una mujer de 77 años después de recibir su diagnóstico, en ese entonces denominado Síndrome de Asperger.
Para mí tarde que nunca, tengo ahora un lugar en esta humanidad. Sé dónde me sitúo, y sé que no estoy sola. Antes no tenía un metro cuadrado para mí y era inexistente. Como si miras vivir a los otros y tú estás al otro lado del vidrio.
Esto permite cultivar al fin la confianza en sí mismo (lo que es imposible cuando el "sí mismo" no existe) y también la estima de sí, la conciencia de sí. Necesitamos estar seguros de quiénes somos.
Comprendo también mis expereincias desdichadas y he dejado de culpabilizarse.
Otro beneficio de "saber" es: obtener poco a poco un equilibrio, la condición de Asperger [TEA] es permanente, pienso que se evita de esta manera, la sucesión de turbulencias que traen grandes sufrimientos y de cortas e ilusorias clamas.
Este mundo tiende una gran trampa para los asperger porque pensamos que los otros son como nosotros... y aquéllos están bastante lejos de ser totalmente sinceros y "transparentes". Somos presas fáciles.
Gracias por ayudarme a saber vivir con ellos.
He pasado mi vida en médicos, en neurópatas, en psicólogos, en psicoterapeutas, en psiquiatras... un análisis de 4 años, encefalograma: nada. Tomografía de la cabeza: nada. Y muchas pastilas! ¿Qué es lo que tengo? depresión, neurosis.
He llegado a puerto.
Gracias.
Mm. XX
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